1 cuota de $22.990,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $22.990,00 |
3 cuotas de $7.663,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $22.990,00 |
6 cuotas de $3.831,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $22.990,00 |
2 cuotas de $11.495,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $22.990,00 |
9 cuotas de $3.903,70 | Total $35.133,32 | |
12 cuotas de $3.281,25 | Total $39.374,97 | |
24 cuotas de $2.448,53 | Total $58.764,74 |
9 cuotas de $4.065,91 | Total $36.593,18 | |
12 cuotas de $3.329,91 | Total $39.958,92 |
18 cuotas de $2.700,56 | Total $48.610,06 |
Sí, suena exagerado… hasta que te ponés uno de estos y te das cuenta de que todo lo que venías usando antes era incómodo, básico o simplemente “lo que había”.
Esto no es eso.
Este boxer tiene todo lo que buscás sin saber que lo necesitabas:
Un calce cómodo de verdad, de esos que se adaptan al cuerpo sin marcar, sin apretar, sin que se te suba o se te mueva todo el día. Sentís que te acompaña, que está hecho para vos.
Es suave, liviano, pero con la calidad justa para durar. No se deforma, no pierde color, no te hace transpirar de más.
Y además... tiene ese toque clásico, ese estilo que lo ves y ya sabés que es diferente.
Sí, estamos hablando de un boxer tipo Tommy, con toda esa impronta canchera y limpia, pero sin necesidad de andar gritando la marca por todos lados. Discreto, elegante, bien masculino.
La presentación también dice mucho.
No te llega tirado en una bolsa: viene con su caja, bien prolija, lista para regalar o simplemente para guardar como se merece. Porque cuando algo está bien hecho, se nota desde el empaque.
Y no importa si lo comprás para vos o para regalar: te aseguro que cuando lo veas, vas a querer quedártelo.
Lo mejor de todo es que vienen en talles reales. Nada de “L” que parece un “S” o de elásticos que te dejan marca. Acá hay talles pensados para que estés cómodo de verdad, desde el más chico al más grande.
Porque usar buena ropa interior no es un lujo.
Es una elección.
Es decidir que merecés calidad desde el primer contacto con la piel.
Y una vez que lo probás, no volvés.
No por marketing, no por moda, no por la marca… sino por cómo te hace sentir.
Te levantás distinto.
Te movés distinto.
Te sentís distinto.
Y todo arranca con un buen boxer.